Los hermanos Bermejo, entre finales del siglo XIX y principios del XX, crearon una franquicia familiar de mantequerías, seis establecimientos distribuidos por el centro de Madrid, de los que solo han sobrevivido dos de ellos: calles de Zaragoza, 2, y de Santa Engracia, 65.
La ubicada en la calle de Zaragoza, 2, hace esquina con la de San Cristobal, y se encuentra excelentemente situada, en uno de los accesos a la Plaza Mayor, junto a la Plaza de Santa Cruz. Consecuentemente, toda su actividad estaría vinculada a los vecinos de los alrededores y, hasta el cambio de algunas de las parada de los autobuses de la EMT, también facilitaba la compra de otros barrios. Sin embargo, hoy en día, buena parte de su negocio debe encuadrarse entre los visitantes que vienen a Madrid desde otros lugares. Por este motivo, parte de su género parece buscar la atención del turista extrangero.
El establecimiento conservaba bastante bien la fachada, con amplios ventanales, lo que permite una optima exhibición de los productos en los escaparates. En su interior, los antiguos anaqueles, típicos de este tipo de negocio, han sido sustituidos por otros expositores más moderno. Al margen de los atractivos productos, nuestra atención, por tanto, debe centrarse en el techo, pues es aquí donde aún se conserva la arcaica decoración de la escayola moldeada y pintada.
Donate, Severino (2014) “Homenaje a las tiendas y los tenderos de toda la vida”, Cadenaser.com, [en línea] 21 de enero (archivo sonoro). Disponible en: http://cadenaser.com/programa/2014/01/21/audios/1390274013_660215.html
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