En la Avenida de Monte Igueldo, número 96 -antes el 80, con esquina a la calle Quijada de Pandiellos, 35, nos encontramos con la tienda de ultramarinos extinguida Comestibles finos de José Luque. Por los comentarios de los vecinos, su interior se fosilizó en el mismo momento en el su propietario se jubiló. Al parecer sobre el mostrador todavía podía verse el molinillo de café, la guillotina para el bacalao y el bomba de aceita a granel.
Sin embargo, y a falta de otros datos, destaca su fachada, relativamente bien conservada, con un conjunto mural de azulejería de fondo amarillo y los cartelones de madera con el nombre de productos sobre los cierres de puertas y ventanas. Los azulejos están firmado por el pintor de azulejos Angel Caballero, sucesor y propietario del establecimiento impulsado por Guijo y que se localizaba desde principios del siglo XX en el número 88 de la calle Mayor, Madrid. En primer lugar tenemos un friso superior que recorre toda la tienda, en el lado de Igueldo, en nombre de la tienda, sobre la puerta el término cervezas y en Quijada, además del número del inmueble, la referencia a vinos. Entre puertas y ventanas tenemos los otros frisos. Quizá los más destacados sean el de cafés el “Gato negro”, los vinos finos para mesa de las Bodegas de Miguelturra, “La Confianza”, aceites de Andalucía, etc.
Cabezas López, Araceli (1985): “Cerámicas decorativas en establecimientos comerciales madrileños. I. Talleres y artísticas”. Villa de Madrid, XXIII (84), pp. 3-16. Disponible en: http://www.memoriademadrid.es/fondos/OTROS/Imp_19264_ia_villamadrid_num084.pdf