Hasta la década de los setenta, creo que esa es la fecha, Madrid contaba con numerosos vaquería, establecimiento en donde podías adquirir leche a granel. Cerca de la casa de mi abuelo materno, en la calle Tomás Esteban, en Vallecas, se localizaba una de dichas vaquerías. Una de las costumbres, mía y de mis numerosos primos, era acercarnos y observar las vacas desde las ventanas que daban a la calle. Igualmente, alguna vez me ha tocado ir con el pequeño cántaro metálico para comprar un litro de leche recién ordeñada. Sin embargo, al aplicar ciertas normas sanitarias, los animales sería expulsados de la ciudad, las vaquerías, muchas cerraron, y otras sobrevivieron como simples lecherías. De aquello, han pervivido recuerdos sensoriales, como ciertas imágenes y los olores.

En la Avenida de Monte Igueldo, en el número  103, tuvimos la Vaquería denominada «La Tierruca», establecimiento abierto, al menos desde principios del siglo XX, y que ha permanecido abierta hasta finales del XX. Precisamente, en la fotografía incluida en la entrada dedicada a la Ferretería Sanz, imagen captada ca. de 1928, frente a dicha ferretería se localizaría otra vaquería. Como característica de ambas, la fachada está decorada con paneles cerámicos.

Foto de A. Cabezas López (1985)

El panel de «La Tierruca» es obra de uno de los pintores ceramistas más reconocidos de Madrid, E. Guijo. En 1908, Juan Ruiz de Luna montaba una sucursal de las manufacturas cerámicas talaveranas en Madrid, concretamente en el número 80 de la calle Mayor. Más tarde, el propio Guijo se haría cargo del taller. Hoy en día, la fachada ha sido transformada notablemente, aunque se ha conservado in situ los paneles; y lo que antes fue una puerta hoy es una ventana.

Cabezas López, Araceli (1985): «Cerámicas decorativas en establecimientos comerciales madrileños. I. Talleres y artísticas». Villa de Madrid, XXIII (84), pp. 3-16. Disponible en: http://www.memoriademadrid.es/fondos/OTROS/Imp_19264_ia_villamadrid_num084.pdf