Primitivamente, el establecimiento estaba dedicado a la venta de sombreros y telas, como puede observarse en una fotografía de finales del siglo XIX.
M. Hernández Confecciones, situada en el número 24 de la calle Toledo, esquina con calle de los Latoneros, ocupa un espacio vinculado a la venta de textiles. Aunque la fachada y los rótulos no muestran la solera del negocio, en su interior aun se conserva el diseño original, vinculado a la arquitectura del hierro, visible en sus columnas o a lo largos mostradores de madera o al increíble bureau –escondido tras los probadores.
Actualmente, el negocio es propiedad de los continuadores de Manuel Guerrero Muro, quien comenzaría de aprendiz en 1919 y se mantenido siempre vinculado a la venta de productos textiles. Hoy, dentro del mismo sector, ponen a la venta uniformes y prendas vaqueras, estas ultimas incorporadas en la década de los sesenta del pasado siglo.
Indagando un poco sobre Manuel Guerrero Muro he podido localizar algunas referencias, tanto en la prensa de la época, como en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid. Aunque la que más me ha llamado la atención ha sido el interés de Manuel por el sector de las comunicaciones. Según una Orden de 2 de noviembre de 1935, esta desestima la solicitud de Carlos Fuertes Peralba y Manuel Guerrero Muro para establecer, desarrollar y explotar emisoras de televisión en varias capitales de provincia española (Romeo, José Mª (2008): “Compañías de radiodifusión”, en Pérez Sanjuán, Olga (coord..), Detrás de la Cámara. Historia de la televisión y de sus cincuenta años en España. COIT/AEIT, p. 349. Disponible en: http://coit.es/foro/pub/ficheros/libroscapitulo_11_eca45f51.pdf.
El diario ABC publicaba en el un listado de textiles, en la tercera columna, bajo el título «Venta de tejidos de algodón tipos únicos». ABC (1943): «Venta de tejidos de algodón tipos únicos». ABC, 9 de diciembre.
Con respecto al BOPM, tenemos un pleito entre uno de los obreros, Manuel García Navarro y Guerrero Muro por la reclamación por el desfase de su salario, calculado en 7.374 pesetas. Finalmente, por el impago se dispuso el embargo de 22 abrigos de distintos tipos y colores y su publica subastas. Dicho lote estaba localizado en el domicilio del propio Guerrero Muro, en la calle Toledo, número 35.